12 abril 2009

Fabricar hachis casero

Cuando la planta está seca, si se golpea suavemente, desprenderá la resina seca que está depositada sobre las flores y las hojas de las inflorescencias. Esta operación se realiza sobre un cedazo con el diámetro de poro adecuado, (una pantalla de serigrafía de 43 hilos de poliéster o una media de mujer pueden ser un buen filtro).

Si no disponemos de una pantalla, podemos utilizar una media o una tela porosa. El polvo que obtendrás una vez calentado al vapor y prensado será el hachís.

La fabricación del aceite de hachís o hachís líquido constituye un sofisticado intento para concentrar el principio activo del cáñamo (THC). El aceite se puede obtener, directamente de la cannabis, o a través del hachís.

El método para conseguirlo es el mismo:

Metemos la hierba o el hachís en un cesto que a su vez introducimos dentro de otro recipiente en cuyo fondo hemos depositado alcohol o cualquier otro disolvente (recomendamos el etanol por ser el menos tóxico). En la parte superior, pondremos un tubo o manguera por donde correrá agua fría. Hay que evitar que el agua entre en el cacharro. Poniendo la cazuela a fuego lento, el etanol se calentará y al subir el vapor, el aceite que contiene la planta va depositándose en el fondo del envase. Repetiremos esta operación varias veces, la solución será cada vez más fuerte hasta extraer todo el aceite de la planta.

De esta forma, conseguiremos una sustancia viscosa, generalmente de color verde oscuro y con la consistencia del alquitrán, no es soluble en agua y se solidifica cuando está un tiempo en contacto con el aire.

Es conveniente fabricar hachís, con las razas de cannabis más chocolateras, las índicas, porqué sino conseguiremos muy poco, después de tanto esfuerzo. Eso sí, si la hierba es buena, el chocolate es excelente y la misma hierba que has utilizado para fabricarlo puedes consumirla posteriormente.

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